miércoles, 17 de diciembre de 2008

cosas que pasan si uno sigue la senda-crítica de Cheng.

Cheng dice, en el mundo hay belleza, podría no haberla, pero la hay. Cheng ve en esto un germen, un principio del sentido, intentamos responder ante esta belleza.

Del otro lado, casi en diálogo, está la muerte, la degeneración de los cuerpos ;talvez el miedo.

Dos sentimientos talvez opuestos, el anonadamiento ante la belleza y el horror, el miedo.

¿Por qué entonces el sentido solo en la belleza? Talvez no se necesite, para los hechos horrorosos, una explicación; aunque a la belleza sobrevenga una posterior angustia, como las de Baudelaire por nombrar a alguien de angustias célebres.
¿Es que somos seres más cercanos al miedo? ¿Es la belleza un intento de superar este desamparo? ¿Es el sentido en la belleza un plus al desamparo?

Lo siniestro se sitúa en otro lado, mira a la belleza y a la fealdad y de alguna manera en este espacio intermedio está de la mano del sentido. Se cuela en Cronenberg y en Lynch (magistralmente, en Blue Velvet y Una historia violenta, respectivamente)...

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