viernes, 9 de enero de 2009

cena de hoy: reseñas cruzadas

Es este un capricho, reunir escritores a dialogar, en mi propia mesa. Quien pudiera: estimado Julito, chère M. Cheng, los invito a una velada en casa; traiganse unos vinitos y dialoguemos (¿Tendré que esconder el gato?, bueno; Cortázar tenía a Theo... debería preguntarle a M. Cheng).
¿Qué capricho me lleva a traerlos a mi mesa? Pues bien, es a propósito de (al menos) dos cuestiones desarrolladas por vosotros y querría, en este humilde acto, presentarles mi encuentro con vuestros escritos ¿Qué endemoniada relación? Me mirarían ambos perplejos, un chino que escribe sobre estética y un argentino que discurre sobre cronopios y ensayos diversos; y es que, bueno, ambos, ambos toman una postura ante quien escribe y quien lee, ante quien de alguna manera contempla-activamente (*).

Darle una oportunidad a quien lee, dejarle la ventana
abierta para que pueda chapotear un poco, por estos mares de tinta, acríclico o el material que sea ¡Uy cierto!, claro, claro, Walter. ¡Cómo pude olvidarme de usted, por favor, acomódese por donde pueda...

¿Qué? ¿Por qué el hincapié en el acto creador? ¡Demonios! ¡Marcel! Sí, sí, perdón ¿Cómo he podido dejarlo afuera? Nuevamente, ¿Puede la filosofía china tener algo que decirnos? EL vacío y su lugar privilegiado, espacio de resignificación ¿Y la belleza? ¡Ah! ¡M. Cheng!, el sentido inaugural, el primer paso ¿Por qué el mundo es bello? Y la rosa que es bella porque sí, sin por qué ¿Es este? ¿Es ese un momento fundacional? 'Hay en se momento en que lo bello se hace presente un espacio vacío y un recambio, un intento de apropiación (del momento, solo del momento)? Llega la relación de la belleza y la vida, la belleza y la muerte, la belleza y el mal, el engaño.

Vuelvo entonces a Julio y sus pompas de jabon, ese desprendimiento del cuento, ese enfrentamiento a quien solo acumula técnicas. Se trata Julito de una cuestión estética, netamente estética ¿En qué momento el texto se desprende? ¿Cuando se separa de aquel supuesto yo-sábelo-todo? ¿Cuando se es donde no se piensa ?

En este juego el lector debe dejarse llevar porque no hay detención posible, ya hemos servido la mesa, solo resta comer o irse. Y aquí nos encontramos, rodeados en este encuentro, que reune un fluído tintal, un acto que arrastra las palabras, y sí; recreamos en este momento, le ganamos a lo que usted verá lleno, pero que es puro blanco que se puebla, es este el espacio en que Cheng nos sumerge, el vacío; cada trazo, una nueva línea, un nuevo recorrido, y esta posibilidad de recambio, mucho más visible en las artes plásticas, aunque la escritura; tal como nos contaba Julio, tiene eso mismo, la decisión de una palabra corta el espacio de posibles continuaciones, de posibles cruces, ritmos, como una línea trazada en un papel, como un color que llama a otro; y aquí, posibilitado por esta ausencia previa, por ese manchón borroso de quien toma la pluma, el pincel, el cincel o lo que sea, decide exorcisar, aunque no se trate de un demonio, y sea más un parto que un exorcismo, una criatura allí, en este contexto y en cualquier otro, es la primera línea la que lleva a la que sigue, y esa primera línea no está desnuda sino que surge en un espacio que buscó vacío; allí se explaya; explota.

Freno. Aquí escojo un punto; una disgresión. Solo un recuerdo puede decirles a mis invitados; creo saber a lo que se refieren, ese ser creado; que tan afanosamente construí para quienes querían escuchar atentamente palabras importantes; quedaba congelado... sin nada que decir; he abandonado la construcción de arquitecto, de planos, reglas y mediciones; he adoptado la que me han dicho vuestras palabras, no por vuestras palabras, ellas llegaron después, para reconfortar y aclarar un camino; seguir quitándole mata (muerte). Bien, M. Cheng, señor Cortázar; mis invitados principales, la vida busca la vida, se renueva, arrastra en su devenir ruidoso lo anterior; lo lleva, para refundarlo y crear y dar vida; apostar a la belleza y a la vida y frenar la reproducción de muerte.


(*) Hay una palabra adecuada para esto, supongo que es una reflexión/meditación...

Lo reseñado
Principal:
Cheng, Francois: Plenitud y Vacío. Capítulo: El vacío en la filosofía china. Editorial Siruela. Biblioteca de Ensayo.
Cheng Francois. Cinco meditaciones sobre la belleza. Primera y Segunda meditación. Siruela.
Cortázar, Julio. Prosa del observatorio. Editorial Lumen/Ediciones de la Flor
Cortázar, Julio. Último Round. Tomo I. Del cuento breve y sus alrededores. Siglo veintiuno editores.

Especiales:
Benjamin, Walter. Sobre algunos tema en Baudelaire en antología titulada "Sobre el programa de la filosofía futura" de Planeta-Agostini. Colección Obras Maestras del Pensamiento Contemporáneo

Duchamp, Marcel - readymades.

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