algunos, señores, algunos, pese a toda su inmundicia, buscamos desplazarnos por los espacios que dignan olvidar, malditos, malditos, padres de la muerte; algunos, queridos señores, nos dignamos a no olvidarlos y sin embargo nos aventuramos a vivir, porque si por vosotros fuera, señores, nosotros ya estaríamos muertísimos en vida.
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