martes, 12 de enero de 2010

cartas - a --- 6

fuimos tristemente abandonados

la noche - sí - la noche aullaba

[de dónde, desde dónde]

ves que se acaba la noche
que se acaba todo el resto
no queda más

muerte
implorante ante ella
lanzaste el conjuro

corroe el tiempo
una vena palpitante

dejo correr mi vestido
[no ves]

dejo correr mi sangre
[no ves]

ciego a las circunstancias
paseaste tu mirada
una mañana en Tupiza
una mañana en Río Gallegos
una mañana en Buenos Aires
otra en Floresta

[reconstruyo]

paseo mi cuerpo desnudo
[no]
paseo mi cuerpo desnudo
paseo mi intención de desvanecerme

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ronco el tiempo dirá sus adioses
saludará al la luna, mansamente
mar, océano partido
sacudirás la playa

oleaje de navegaciones
penas en un promontorio del tiempo
perlas de una mañana, de la baba de qué molusco
rapaz, rapaz -- olha é de manha

arena de un amancecer
que borró nuestras huellas
saludaré a las gaviotas
saludaré a las gaviotas

absurdo paisaje,
absurdo hundirse de pies

absurdo
es lo que separa
el cuerpo
absurdo el desamor

absurdo el paisaje de nuestras ausencias
de una mano que encuentra nada
de un pie que mueve el mundo

llama,
llama, corazón caliente
de un turbio, de un cielo oscurecido
estrellas que decantan
como tantas otras gotas
como el amanecer que añoro
en una cama
en nazca
en una cama en potosí
en una cama en guayaquil

en una plaza en san lorenzo
vi pasar el tiempo de una infancia
de una niña ciega
de un abuelo
de una batalla
fantasmas
en mi cielo absurdo de mediodía
en mi despertar se conjugan los males
en mi anochecer se conjugan los adioses de siempre

dónde está la luz
[absurdo]
qué oscuridad podría preguntar
qué
no hay pregunta posible a ser formulada
[absurdo]

veré tu mano un día
será diminuta
siempre lo es
piedra volcánica, negra
caminaré nuevamente sobre la roca
veré nuevamente el campo blanco en una mañana

lloraré nuevamente

deja de latir
se detiene
deja de palpitar
deja el llanto absurdo a las estrellas
deja el paso del tiempo
al mar,
devorador
devorador
de eternidades.

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